Antes del mediodía, cuando los estudiantes empiezan a imaginar la respectiva sopa casera que pronto los espera, surge esta pregunta: ¿Quién quiere una deliciosa sopa de ratón? Y aunque pueda sonar extraño, la mayoría escogió este extravagante menú, pues se trataba de seleccionar en un pequeño ejercicio democrático, un cuento para leer.
Arnold Lobel, el autor, nos dio una fantástica excusa para escuchar 4 sencillos, divertidos y reflexivos relatos en boca de un ratón a punto de ser comido por una comadreja hambrienta de cuentos. Los trucos de un ratoncito para echar unas abejas que se habían instalado en su cabeza, dos rocas con sus filosóficas preguntas, un problema de comunicación entre una rata dormilona y unos grillos cantantes y un espino en un sillón fueron los ingredientes especiales de un rato de lectura que muy bien acompañamos con sabor a alegría, más preguntas a la carta.
Sopa de ratón nos engancha con ese llamado a lo grotesco que le encanta a los niños, pero nos atrapa con las aventuras narradas, o quizás leídas, desde la sencillez que se hace maravillosa en la capacidad de asombro infantil. Además, este juego de escape donde los cuentos, una vez más resultan ser la puerta abierta hacia la libertad, inicia y termina felizmente, cerrando un libro imaginario al tiempo que uno real.
Texto por Alma Fernández, Promotora de Lectura de la Fundación Círculo Abierto.