Texto por
Rafael Sánchez

Pasando con fascinación las paginas del libro de Los Chichimitos ilustrado por Mariana Massarani, rápidamente nos damos cuenta que es una canción. Cada página marca un ritmo que va al compás y con la sonoridad de la palabra tambaré. Este se repite recordándonos que estamos cantando y no leyendo. Pero ¿qué ritmo tendrá cada uno en sus cabezas? 

 

Yo me imagino un ritmo parecido a la Chirimia del pacifico Colombiano, un son sincopado que se baila travieso bajo la lluvia del cielo que más lluvia deja caer en el mundo. Algunos estarán con un ritmo de mapalé en su cabeza, otros de cumbia. Incluso algunos estarán adaptando versiones modernas de Shakira a las líneas de “Los Chichimitos”. Todo puede pasar, hasta que no se imaginen una canción mientras lo leen.

 

Pero el libro invita a ponerle ritmo, a sacar un tambor para leerlo, a leerlo bailando a un ritmo de palmas al unísono. Sería muy interesante leer el libro y hacer un club de lectura donde todos hagan una grabación de la música que le pusieron a las líneas del libro en su cabeza y las compartan con los demás para observar como cada lector es una versión diferente del libro y por tanto una canción diferente.

 

Sesiones de lectura acompañadas por tambores, sonidos de la naturaleza o animales pueden ser recursos que se pueden usar de vez en cuando para acompañar sesiones de lectura que ameriten traer un contexto sonoro. Sin embargo, hay que ser muy cuidadosos en saber cuando elegimos estos recursos, porque no olvidemos que el silencio es una de las mayores virtudes que hoy nos ofrecen los libros. El ritmo que marcan los cuentos en el tiempo son sus silencios que alternan con la musicalidad de cambiar las páginas. 

La magia que hace que todo marche a una velocidad más lenta logrando que los mismos niños que la mayoría del tiempo están deseosos de luces de neón, pantallas coloridas y sonoras; por un momento se conecten con palabras que van más despacio, con imágenes estáticas e historias nuevas que plantean desafíos diferentes al ritmo y contenido que hoy ponen los televisores y los dispositivos electrónicos. 

 

No hay que olvidar que el mejor recurso para la promoción de lectura siempre será el libro mismo, sin embargo, las herramientas como la música o el baile relacionadas con los libros nos pueden ayudar a seguir teniendo experiencias significativas.

Entre libros

Entre Libros es el programa de acompañamiento a docentes de las Instituciones educativas distritales, desde la literatura, de la Secretaría de Educación del Distrito de Barranquilla (SED) y la Fundación Círculo Abierto (FCA).

 

El programa trabaja con niñas y niños de las IED de Barranquilla, elegidas bajo los criterios de la SED, en la experiencia de la lectura y la escritura, en una inmersión en la literatura compuesta por clubes de lectura especializados con artistas, acceso a una biblioteca digital de literatura infantil y juvenil, asistencia a foros de apreciación de literatura con personas expertas en literatura infantil y juvenil, tutorías semanales con niñas y niños y un PodCast semanal de literatura que se irradia por Vokaribe 89,6 FM en Barranquilla y se puede escuchar en las redes de la SED y el SoundCloud de Círculo Abierto.

 

Sobre la Fundación Círculo Abierto

La Fundación Círculo Abierto trabaja desde el año 2010 en el diseño y ejecución de proyectos relacionados con educación y cultura. Su confianza en el lenguaje de las artes para construir y comunicar conocimiento ha sido el eje común de las experiencias que desarrolla con artistas tradicionales, contemporáneos, locales, nacionales, internacionales y comunidades diversas del territorio colombiano.

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