12 Jun Actividades rectoras y literatura en la primera infancia: una base para el desarrollo integral

Texto por: Ruth Tejedor
Editado por: Jairo Echeverri García
Importancia de las actividades rectoras en la primera infancia
Las actividades rectoras en la primera infancia son fundamentales en la etapa escolar de los niños y niñas. Estas actividades guían y estructuran el desarrollo integral durante los primeros años de vida, sentando las bases del desarrollo infantil desde una perspectiva emocional, cognitiva, física y social.
El cuidado y la educación durante esta etapa deben estar enfocados en ofrecer programas de cuidado de alta calidad, diseñados para acompañar y fortalecer las capacidades de los más pequeños. El acceso a servicios sociales adecuados y a proveedores de cuidado infantil calificados es esencial para garantizar un entorno estimulante que favorezca el desarrollo sano.
Principales actividades rectoras en la educación de la primera infancia
1. Juego: herramienta clave del desarrollo infantil
El juego es una de las actividades rectoras más importantes en la primera infancia. A través del juego, los niños y niñas aprenden a resolver problemas, regular emociones, cooperar, desarrollar su creatividad y fortalecer el pensamiento crítico.
Jean Piaget, en su teoría de las etapas del desarrollo intelectual, resalta que el juego es determinante para el crecimiento del niño. Según su obra Les stades de développement intellectuel de l’enfant (1956), el juego debe adaptarse a la edad y necesidades del niño, lo cual coincide con estrategias de cuidado infantil centradas en la individualidad.
2. Lectura y narración de cuentos: despertar de la imaginación
La lectura y la narración de cuentos no solo fomentan el lenguaje, la imaginación y la atención, sino que son parte esencial de los programas y servicios para la primera infancia. Paulo Freire sostenía que la lectura es una herramienta de transformación social y pensamiento crítico, relevante desde los primeros años.
Integrar actividades de lectura en programas educativos estimula la comprensión del desarrollo, permite a los niños analizar, predecir, sintetizar e incluso formular hipótesis desde una edad temprana. Esta es una práctica efectiva en los tipos de programas educativos con enfoque humanista.
3. Actividades artísticas: expresión y creatividad
Pintura, música y dibujo permiten a los niños expresar sus emociones y desarrollar la creatividad. Estas actividades deben ser parte de todo excelente programa de educación de la primera infancia, ayudando a construir el desarrollo socioemocional y promoviendo vínculos afectivos con el entorno.
4. Exploración del entorno: conocer el mundo desde pequeños
Fomentar la curiosidad mediante actividades de exploración fortalece el desarrollo cognitivo, mejora el conocimiento del entorno y apoya la construcción de identidad. Este tipo de iniciativas puede incluirse en visitas domiciliarias, programas voluntarios y otras estrategias de cuidado dirigidas a infancias elegibles.
La primera infancia es la etapa donde el juego, la lectura y la exploración construyen las bases del desarrollo integral y del pensamiento crítico.
La literatura como base del desarrollo humano en la primera infancia
La literatura es uno de los pilares más importantes en la formación temprana. En la primera infancia, introduce nuevas palabras, promueve la reflexión y estimula habilidades como analizar, anticipar y crear.
Además de fomentar la imaginación, la literatura fortalece el lenguaje desde una perspectiva integral. Esto incluye formas de comunicación como gestos, entonación, trazos, y lenguaje verbal, habilidades clave en el desarrollo profesional del pensamiento y el aprendizaje autónomo.
El rol del maestro en esta etapa debe ser facilitar el acceso a textos diversos, teniendo en cuenta los intereses, necesidades y momentos de desarrollo humano de cada niño y niña. El desarrollo profesional de los docentes también es un factor clave para garantizar una mediación adecuada de estos recursos.
Recursos literarios esenciales en la primera infancia
Un buen entorno de aprendizaje debe contar con materiales accesibles como:
- Poesía, rondas y cuentos corporales, que transmiten oralidad de generación en generación.
- Narrativa tradicional y cuentos fantásticos, tanto orales como escritos.
- Libros de imágenes, manipulables y sensoriales, ideales para programas de visitas o el jardín de infancia.
- Libros informativos sobre ciencia, cultura, arte o historia, que conectan con la curiosidad natural del niño. Estos recursos enriquecen el desarrollo económico del pensamiento desde edades tempranas.
Estos elementos deben estar presentes tanto en centros educativos como en entornos de cuidado infantil, ya que fortalecen el vínculo emocional y social con la lectura, así como el acceso a la información desde una etapa clave del desarrollo socioemocional.
Conclusión: garantizar el acceso a la literatura en la primera infancia
En toda aula encontraremos diversidad de intereses: desde quienes piden leer el mismo cuento una y otra vez, hasta quienes se sienten atraídos solo por las ilustraciones. Por eso, el docente debe ser un apasionado de la lectura y crear espacios accesibles donde los libros estén al alcance de todos.
Garantizar el acceso a proveedores educativos con experiencia profesional y recursos adecuados es esencial para cerrar las brechas del costo del cuidado y asegurar la disponibilidad del tipo de cuidado que cada niño merece. También es clave trabajar junto con autoridades de salud, psicología del desarrollo y otros actores que aporten a la consulta sobre la salud mental en la primera infancia.
Los primeros años son decisivos: invertir en la primera infancia no solo impulsa el desarrollo económico a nivel nacional, sino que sienta las bases para una sociedad más crítica, creativa y empática.
Bibliografía
Piaget, J. (1956). Las etapas del desarrollo intelectual del niño. Fondo de Cultura Económica.
Revista Internacional de Investigación y Formación Educativa. (2018). [Número de enero-marzo].
Ministerio de Educación Nacional. (s.f.). El acervo: Los géneros y sus formas de organización (Documento 23, pp. 20–24).
No Comments