10 Ene Literatura antirracista y afroreparaciones
Texto por: Jairo Echeverri García
En el segundo día de la Feria del Libro de Barranquilla, Atlántico y el Caribe (FILBAC), se llevó a cabo un conversatorio titulado «Afroreparación y literatura», que contó con la participación de Viridiana Molinares, escritora, doctora en derecho público y filosofía jurídico política y especialista en derecho constitucional y Jumko Ogata, activista, escritora, traductora, divulgadora afrojaponesa y chicana, conocida por su trabajo en antiracismo y por sus contribuciones en revistas como Vogue México y su participación en la antología Tsunami 2, además de ser autora de libros infantiles como Mi pelo chino y traductora de Hermanas del ñame.
En el conversatorio se abordaron temas profundamente relevantes sobre afroreparaciones, la literatura afrodescendiente, y la representación en la literatura infantil. La discusión comenzó con una reflexión sobre la necesidad de hablar de reparaciones históricas sin excluir a nadie, reconociendo el pasado con el objetivo de sanar y construir un futuro más inclusivo.
Viridiana Molinares, destacó un ejemplo significativo de la historia colombiana: la Ley 21 de mayo de 1851, que abolió la esclavitud. Sin embargo, esta ley, dictada en el siglo XIX, fue demandada en 2009 por un ciudadano colombiano que argumentó que había beneficiado económicamente a los propietarios de esclavos, pero no había reparado a la población esclavizada. Aunque la Corte Constitucional no pudo fallar positivamente debido a la antigüedad de la ley, esta reconoció la necesidad de políticas públicas para la reparación histórica de las comunidades afrodescendientes. En su fallo, la Corte hizo referencia a obras literarias como Changó, el gran putas de Manuel Zapata Olivella, subrayando la importancia de la literatura para visibilizar estas historias.
La invisibilización de las voces afrodescendientes y asiáticas en la literatura: una reflexión necesaria
Jumko, escritora invitada al evento, compartió su experiencia personal y profesional al buscar literatura escrita por autores afrodescendientes y asiáticos en América Latina y el Caribe. Mencionó que comenzó este análisis tras la entrega del Premio Nobel de Literatura a Abdulrazak Gurnah en 2021, el cual generó en ella una reflexión sobre la baja representación de escritores negros en los circuitos literarios internacionales. Destacó que solo cuatro personas negras (entre éstos solo una mujer negra) han recibido este premio en toda su historia, lo que la llevó a cuestionar las políticas racistas del mundo editorial.
Jumko detalló su búsqueda de literatura afrodescendiente en América Latina, donde descubrió autores como Manuel Zapata Olivella y Arnoldo Palacios. Sin embargo, señaló las dificultades para acceder a sus obras, incluso estando en Colombia. En su investigación, encontró que muchas veces la literatura de autores afrodescendientes solo llega al público gracias a recomendaciones personales, y no porque sean promovidas por el mercado editorial. También mencionó autoras como Yuriet Romero, cuya novela Las visitantes comenzó a leer recientemente, y destacó la importancia de rescatar obras como No Give Up, Man de Hazel Robinson Abrahams, publicada por la UNAM como parte de la colección Vindictas.
También profundizó en las formas en que el racismo está arraigado en la cultura, destacando ejemplos cotidianos como la discriminación hacia el cabello rizado en contraste con el cabello liso, que es frecuentemente idealizado como el estándar de belleza. Señaló cómo estas nociones, aparentemente superficiales, tienen raíces históricas profundas y perpetúan un sistema de exclusión. Asimismo, abordó la negación sistemática de la presencia de comunidades negras en México, un fenómeno que se refleja en la invisibilización de sus aportes culturales e históricos en la narrativa nacional. Ogata enfatizó que enfrentar estos prejuicios requiere no solo reconocimiento, sino también un cambio cultural que desafíe estas estructuras desde la educación y la literatura.
La literatura no solo visibiliza historias invisibilizadas, sino que también se convierte en una herramienta de reparación histórica y de construcción de un futuro más inclusivo.
La representación en la literatura infantil: un camino hacia la diversidad y la inclusión
La conversación también se enfocó en la representación en la literatura infantil. Jumko explicó cómo los estudios de pedagogas afroestadounidenses influyeron en su comprensión de la literatura espejo, ventana y puerta corrediza. Estos conceptos destacan la importancia de ofrecer a las infancias libros que reflejen sus identidades (“espejos”), que les permitan conocer otras realidades (“ventanas”) y que fomenten el diálogo y la comprensión mutua (“puertas corredizas”).
Jumko compartió una reflexión sobre la importancia de la literatura en el desarrollo de la identidad y la comprensión de las diferencias. Destacó cómo los libros y las películas, como los cuentos de hadas, influyen en las ideas que las personas tienen sobre lo que es valioso, mostrando que la literatura no solo sirve para reafirmar la propia identidad, sino también para abrir ventanas a las realidades de otros cuerpos y territorios.
En este sentido, enfatizó que la idea de la literatura debía hacer que esos espejos y ventanas se convirtieran en puertas corredizas, permitiendo un diálogo entre las diferencias y los puntos en común.
Su obra infantil Mi pelo chino, publicada en español y mixteco, busca precisamente llenar estos vacíos de representación, mostrando historias que afirmen identidades diversas y fomenten el respeto por las diferencias. Jumko expresó que al leer autores como Jamaica Kincaid, Edwidge Danticat y Manuel Zapata Olivella, descubrió nuevas formas de narrar que resonaron profundamente con su experiencia cultural, animándola a escribir y validar su propia voz.
La literatura infantil tiene el poder de transformar espejos y ventanas en puertas corredizas, fomentando un diálogo entre las diferencias y los puntos en común para construir un mundo más inclusivo.
Recordó cómo, cuando era niña, las películas y libros que veía y leían en su entorno eran mayormente protagonizados por personajes blancos, especialmente las princesas de Disney, que representaban un modelo de belleza basada en la piel clara, el cabello lacio y otros estereotipos eurocéntricos. Relató su experiencia personal al crecer viendo representaciones idealizadas de la belleza en personajes como Blancanieves y cómo esto influyó en su percepción de su propio cabello y apariencia.
Jumko mencionó cómo, desde muy pequeña, sentía el deseo de tener el cabello liso porque era lo que le enseñaban como bonito, mientras que su cabello natural, que no era extremadamente rizado, se veía menospreciado. Este tipo de experiencias se conectan con lo que ella llamó «la anti-negritud», donde cualquier indicio de diferencia se vinculaba de manera peyorativa.
Ella explicó que uno de sus sueños de juventud era crear un libro infantil que celebrara la diversidad y la belleza negra, algo que finalmente logró cuando surgió la oportunidad de trabajar con una editorial. Este libro, dijo, fue creado no solo para ella misma, sino también para otras personas, especialmente para aquellas que, como ella en su niñez, no contaban con representaciones positivas de sí mismas en la literatura. También reflexionó sobre cómo el libro, que celebra el cabello rizado, se convirtió en un símbolo de apoyo y validación para muchas mujeres negras adultas que llegaron a sus presentaciones, compartiendo historias de las violencias que habían vivido debido a su cabello y su identidad.
A través de este libro, Jumko quiso dar un mensaje claro: no hay un solo tipo de belleza. A pesar de que las normas sociales a menudo imponen un modelo de belleza basado en características físicas específicas, ella quería ofrecer una alternativa que permitiera a las personas sentirse bien con su cuerpo tal y como es. En este contexto, mencionó la importancia de cuidar y valorar el propio cabello, independientemente de su textura.
El libro también refleja una crítica al racismo lingüístico, mencionando cómo, en México, se valora el bilingüismo con lenguas dominantes como el inglés o el francés, pero se devalúan las lenguas indígenas, lo que también es una forma de racismo. Con este libro, Jumko quería hacer un guiño a la población afromexicana e indígena, al elegir incluir el mixteco como parte de la obra, gracias a la colaboración de una traductora mixteca. Además, comentó que la ilustradora del libro, que es afromexicana, utilizó fotografías de su propio cabello y de su familia para hacer las ilustraciones, uniendo de esta forma la representación visual y cultural con la narración.
Jumko también explicó cómo el libro no solo celebra la belleza del cabello rizado, sino que también aborda la diversidad familiar en América Latina, mostrando que las familias no siempre son como las presentan los estándares, sino que pueden adoptar muchas formas, y que todas son igualmente válidas.
El libro fue un paso importante para reivindicar la identidad afromexicana en la literatura infantil, un área en la que había pocas representaciones de este tipo, especialmente creadas por personas afromexicanas. Jumko concluyó que con su libro, quería ofrecer una representación positiva y empoderadora, tanto para las infancias como para los adultos que crecieron sin referentes en la literatura que validaran su identidad y belleza natural.
La literatura como herramienta de reparación histórica y resistencia cultural
Finalmente, se recomendó a la audiencia incluir en sus lecturas a Amarilís López Esposito, autora chocoana de Vean, ve mis nanas negras, una obra que enriquece el panorama de la literatura afrocolombiana. Este conversatorio subrayó cómo la literatura puede ser una herramienta poderosa para la reparación histórica y la construcción de un futuro más equitativo e inclusivo.
Durante su participación en la Feria Internacional del Libro de Barranquilla (FILBAC), Jumko fue una de las autoras más aplaudidas y las que más preguntas generaron entre el público. Las preguntas reflejaron un profundo interés por los temas tratados en su libro y su perspectiva sobre la discriminación racial en América Latina.
Una de las primeras preguntas que le formularon estuvo relacionada con la representación de los dioses o figuras negras en la historia de México, específicamente sobre la figura de un dios negro que existió en el país, al cual se le atribuía el simbolismo de ser el cruce de caminos. Jumko explicó que esta figura podría haber sido parte de una estrategia utilizada por los colonizadores para reemplazar las creencias indígenas con la religión católica. Habló sobre cómo el sincretismo religioso en América Latina permitió que ciertas prácticas africanas se fusionaran con las tradiciones nativas, creando una nueva forma de espiritualidad que resistía las imposiciones del colonialismo.
Aunque el reconocimiento constitucional de los pueblos afromexicanos es un paso importante, aún queda mucho por hacer para revertir 500 años de opresión.
En cuanto a una segunda pregunta sobre el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, le preguntaron si había habido avances significativos en la lucha contra la discriminación racial bajo su administración, especialmente en relación con el reconocimiento de los pueblos afromexicanos. Jumko reflexionó que, aunque el reconocimiento constitucional de los pueblos afromexicanos fue un paso importante, aún quedaba mucho por hacer. Reconoció que la declaración pública de López Obrador contra el racismo y el clasismo en México fue un avance crucial, pero destacó que los 500 años de opresión no podían resolverse en un solo sexenio. Sin embargo, expresó su esperanza de que el proceso fuera posible con el tiempo.
Otro tema interesante que abordó fue la conexión entre el racismo en México y Colombia, un tema propuesto por una de las personas presente en la audiencia. Jumko coincidió en que el racismo en ambos países compartía muchas características, especialmente en la invisibilidad y la violencia que enfrentan las comunidades negras. Comentó sobre la relevancia de los estudios de Mara Viveros sobre la corporalidad, la invisibilidad y la blanquedad, conceptos que ella también abordó en su libro, señalando cómo el racismo en América Latina tiene particularidades, pero también puntos en común.
También se habló un poco más a profundidad sobre el tema del auto-reconocimiento y la representación de la identidad negra en la literatura, cuando una persona le preguntó sobre su experiencia personal y su relación con la literatura negra. Jumko habló sobre la importancia de la historia oral y la música como formas de literatura que han permitido a las comunidades negras transmitir sus historias a pesar de los intentos de silenciarles. Relató cómo, al vivir en la Ciudad de México, fue cuestionada sobre su origen y cómo esto la llevó a descubrir y conectar con textos que reflejaban su identidad y la de su comunidad.
Concluyó que la literatura no solo se encuentra en los libros, sino también en la música y las historias contadas dentro de las familias y comunidades, y destacó cómo esas formas de resistencia han ayudado a las personas negras a persistir, contar sus historias y desafiar la violencia sistemática. Al final, quedó la sensación en muchos en el público de que este tipo de espacios son esenciales para visibilizar las experiencias y luchas de las comunidades afrodescendientes, así como para fomentar diálogos que cuestionen estructuras de opresión y promuevan una sociedad más justa e inclusiva.
Sobre la Fundación Círculo Abierto
La Fundación Círculo Abierto trabaja desde el año 2010 en el diseño y ejecución de proyectos relacionados con educación y cultura. Su confianza en el lenguaje de las artes para construir y comunicar conocimiento ha sido el eje común de las experiencias que desarrolla con artistas tradicionales, contemporáneos, locales, nacionales, internacionales y comunidades diversas del territorio colombiano.
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