21 Oct Un universo de sonidos y relatos
Texto por: Yeimy González
¿Alguna vez te has detenido a pensar cuántos sonidos forman parte de nuestro día a día? ¿Cuántos de ellos evocan recuerdos específicos? ¿Y cuántos hemos pronunciado más veces que algunas palabras? Los sonidos son el componente básico de nuestra construcción lingüística, el primer paso que nos permite conectarnos con el mundo que nos rodea, incluida nuestra manera de comunicarnos. Antes de que aprendamos a hablar, escuchamos: los ruidos incidentales, ya sean naturales o artificiales, las onomatopeyas, las interjecciones, todo ello forma parte de nuestro saber.
Explorar los sonidos debería ser una actividad continua en la enseñanza preescolar. Desarrollar la conciencia fonológica es esencial para comprender el lenguaje, ya que este, como sistema de interacción social, se adquiere mediante la inmersión en lo cotidiano. No basta con aprender fonemas; nuestros referentes sonoros incluyen mucho más.
Rimas, poemas, coplas, canciones, adivinanzas, onomatopeyas y trabalenguas son herramientas valiosas para explorar la sonoridad de la vida cotidiana. Encontrar en el día a día los sonidos que los niños «deben» aprender en su formación académica es parte del proceso natural de adquisición del lenguaje.
En una actividad de exploración sonora con los niños, surgieron observaciones sorprendentes sobre sonidos cotidianos: cómo el fonema /s/ se asemeja al ruido de una olla de presión en la cocina, o cómo la sirena de una ambulancia repite muchas veces las vocales «i» y «u». Incluso comentaron que la /p/ suena como un globo explotando en una fiesta y asustando a todos, o que los pollitos «hablan» con la /p/. Discutimos por qué «mamá» se dice de diversas maneras (prosodia) y se escribe con /m/, ya que con /p/ sería «papá». Esta exploración no solo permitió repasar la articulación de las vocales y la posición de los fonemas, sino que también me recordó algo esencial: esos sonidos, antes de estar en las palabras, ya existían en el mundo.
Los niños no solo aprenden de nosotros; nos recuerdan que, antes de las palabras, los sonidos y las imágenes ya estaban allí, esperando ser descubiertos y transformados en historias.
Y no solo en los sonidos encontramos esta riqueza, sino también en las historias. A veces me pregunto: ¿cuántas historias puede encerrar un solo cuento? La pregunta podría sonar ilógica, pues cuando nos enfrentamos a la literatura infantil, solemos encontrar una historia clara y precisa en poco texto. Pero la experiencia con niños y niñas me ha demostrado que esto no es tan sencillo. A menudo, cuando les leo un cuento, escucho una voz entusiasta decir: “Hoy yo leo el cuento, seño”. Y, aunque aún no han desarrollado plenamente la habilidad de decodificar, basándose solo en las ilustraciones, ahí está la magia.
Recientemente, el cuento elegido fue Nano y sus amigos de Ivar Da Coll. En esta historia, Nano, un león marino, carga un regalo y, en su camino, varios incidentes ponen en riesgo la caja. Sin embargo, en cada situación, un amigo aparece para ayudarlo, y juntos logran llegar donde Anita, quien celebra su cumpleaños. Pero esa es solo la historia que nos cuenta Ivar, porque los niños escucharon y contaron unas versiones muy distintas.
Para Cataleya, Nano es una foca que, junto con su amiga la iguana, va a una fiesta, pero son atacados por una serpiente y deben regresar a casa. Fin. Matías, por otro lado, ve a Nano como una nutria que recibe un regalo de la lagartija porque es Navidad, y en Navidad siempre se dan regalos. María José narró la historia de un cocodrilo que corre por la selva, encuentra un lobo, ve nubes y trata de atraparlas, pero no lo logra. Y así, con cada niño, surgían nuevas historias que nacían de sus mentes creativas, impulsadas por las ilustraciones.
La importancia de la ilustración en los libros para niños es inmensa. Es un detonante de la creatividad que late en cada uno de ellos y que se manifiesta de maneras tan variadas como sus mentes lo permiten. Las imágenes despliegan mil historias, independientemente de lo que el ilustrador haya tenido en mente al crear sus trazos.
Ya sea a través de los sonidos que nos rodean o de las imágenes que observamos, la enseñanza en la infancia está llena de oportunidades para conectar el mundo cotidiano con el proceso de aprendizaje. Los niños no solo aprenden de nosotros; nos recuerdan que, antes de las palabras, los sonidos y las imágenes ya estaban allí, esperando ser descubiertos y transformados en historias.
Barranquilla es Leer
Barranquilla es Leer es el programa de acompañamiento a docentes de las Instituciones educativas distritales, desde la literatura, de la Secretaría de Educación del Distrito de Barranquilla (SED) y la Fundación Círculo Abierto (FCA).
El programa trabaja con niñas y niños de las IED de Barranquilla, elegidas bajo los criterios de la SED, en la experiencia de la lectura y la escritura, en una inmersión en la literatura compuesta por clubes de lectura especializados con artistas, acceso a una biblioteca digital de literatura infantil y juvenil, asistencia a foros de apreciación de literatura con personas expertas en literatura infantil y juvenil, tutorías semanales con niñas y niños
Sobre la Fundación Círculo Abierto
La Fundación Círculo Abierto trabaja desde el año 2010 en el diseño y ejecución de proyectos relacionados con educación y cultura. Su confianza en el lenguaje de las artes para construir y comunicar conocimiento ha sido el eje común de las experiencias que desarrolla con artistas tradicionales, contemporáneos, locales, nacionales, internacionales y comunidades diversas del territorio colombiano.
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