El arte como salvación

Imagen cortesía de Jonathan Borba

Texto por: Kirvin Larios, escritor y periodista

A Amaia Arrazola la versatilidad en su trabajo artístico le ha permitido “superar momentos difíciles” como los que han vivido muchos artistas con la pandemia. Cuando casi todo se paró, ella, que ha trabajado la publicidad y la pintura mural “de gran formato, con grúa y escalera”, debió “aferrarse” a los libros y al trabajo de estudio.

Una de las cosas más visibles que hacía durante ese trabajo eran las ilustraciones editoriales. Pero en su casa, en España, también pintaba animales cuando su hija se dormía y se los mostraba al día siguiente para entretenerla en el encierro.

Su libro ‘Animales fantásticos’ es exponente de esas exploraciones que invitan a jugar, tocar, ver, crear a través de combinaciones de animales (más de cien), en una obra ya publicada por la Editorial Flamboyant. De esta misma pieza nació el motivo del taller que se llevó a cabo el 22 de mayo en el marco del Festival Épico 2021, en un Zoom con más de 40 participantes de Colombia y otros lugares.

Sólo con ponerle un huequito a una flor o un elefante las dimensiones del cartón del dibujo cambian: por el agujero cabe un dedo que, pintado con marcador, puede hacer de gusano o cola de animal. Con el mismo propósito de interacción las caras y el cuerpo de los animales se intercambian en el libro. Un elefante y un ratón, el cocodrilo y una abeja, una oveja con una flor. El lector puede alternar o ver esto a su gusto. En el taller, los ilustradores debían realizar lo propio con tres caras distintas de humanos y explorar con ello las expresiones y rasgos faciales; pero sobre todo la variedad y el juego a partir del acto de combinar.

Sobre su técnica, la artista española contó que intenta ser “lo más práctica posible” y “hacerlo de forma sencilla”. Uno de sus propósitos es conseguir “el máximo de expresividad con el menor recurso”, pues le atraen las formas simples, sin sombreados, y las tintas planas, la línea gorda, la pintura acrílica.

 

Imagen cortesía de Matthieu Comoy

 

En el libro mencionado, las ilustraciones están hechas a mano para guardar “el espíritu” de los trabajos iniciales hechos en cartón. En ‘Animales fantásticos’ sólo el fondo se cambia por uno de color plano digital, así como la tipografía; pero se mantienen los demás elementos del dibujo tal como se concibieron en el cartón para que se “respire un poco” el carácter del trabajo hecho a mano.

Teniendo esto en cuenta, en las dos horas de taller los participantes, en su mayoría ilustradoras e ilustradores de Colombia, hicieron una plantilla con papel mantequilla. Esto para dibujar unas caras con forma de patata y trazar puntos de coincidencia en ambos lados, para lograr que encajaran unas con otras. Cada quien tenía libertad de escoger el tamaño del dibujo. La artista les propuso que pintaran un “autorretrato”, el “retrato de un amigo” y la cara del “animal  espiritual”.

El taller dejó múltiples trabajos ya empezados, terminados o por concluir. El formato del dibujo, la forma de patata de la cara —obligatorio para que las líneas coincidieran— era graciosa y daba mucha expresividad. 

Desde su casa o espacio de trabajo los participantes usaron pinturas acrílicas o acuarelas y escucharon la forma de trabajar de Arrázola, que por primera vez, dijo, impartía un taller desde una plataforma virtual.

Esta artista nacida en Vitoria en 1984, y consultada por uno de los asistentes, dijo que le habían marcado las tiras cómicas de Mafalda. Su hija actualmente es un “faro”, pues cuando dibuja intenta pensar en cosas que a ella “le harían gracia”.

Amaia Arrazola ha participado en festivales de arte urbano, ha pintado murales, ha dado charlas y conferencias y ha publicado varios libros, para público infantil o adulto. En 2017 estuvo en Matsudo (Japón) gracias a una beca artística de Paradise Air. De aquella residencia nació ‘Wabi sabi’ (Lunwerg), en el que narra sus experiencias personales en el país nipón. En ‘El Meteorito’ (Lunwerg) cuenta el “bombazo” que supuso la maternidad en su vida.

Festival Épico

Épico es un festival de literatura infantil y juvenil creado por la Fundación Círculo Abierto, que cuenta con el apoyo del programa nacional de concertación de Mincultura y la Secretaría de Educación de Barranquilla. En este, las niñas y niños encuentran a la literatura como protagonista en todas sus vertientes.

Apostamos por un concepto amplio de literatura en el que tienen cabida todas aquellas manifestaciones de la palabra: oral, escrita y electrónica, que proponen nuevas formas de leer y de sentir las palabras. Todo esto con el fin de estimular el desarrollo expresivo y creativo de las niñas y niños, a través del contacto con la literatura.

 
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