Texto por Yeimy González, promotora de lectura de la Fundación Círculo Abierto

La música, mas allá de la unión armónica de sonidos, es sin duda alguna una herramienta que limita en la literatura, más cuando involucramos la oralidad del canto en ella. La ópera, como es sabido, tiene una directa relación a las artes escénicas, el teatro.  Ariadnna Moreira, cantante Lírica Brasilera, en una tertulia con Giselle Massard, directora de Uninorte F.M, nos lleva a reconocer en la historia de la opera la potencia de la literatura, en la forma como se basa en ella y como es llevada, desde sus inicios, a las tablas.

La ópera es un elemento que en cada periodo es actual, ya que es usada como una crítica social, por lo cual se basa en lo que acontece en el momento para su construcción. Es esto lo que ocurrió con obras importantes como las bodas del fígaro y su crítica a los señores feudales que tenían “derecho” a dormir con las esposas recién casadas antes que sus maridos. También es el caso de la obra de Don Juan que plasma las problemáticas de la adolescencia y los derechos de las mujeres.

Sin embargo, a pesar del reconocimiento de la opera como un instrumento de la literatura, también se concibe la idea que “ver una ópera entera puede ser algo aburrido”. Esto ha generado que las personas se alejen de la ópera, por lo cual una recomendación surgida de esta tertulia fue que pudiera ser llevada a las escuelas, teatros, lo cual puede hacerla más interesante.

La ópera, a medida que avanza su historia, ha cambiado su enfoque. Al inicio se basaba en el mensaje que generalmente era la representación de los mitos griegos. Después se centraron un poco más en los cantantes y compositores. Ahora, en la ópera contemporánea, el personaje principal es el director de escena.

La importancia de la opera radica en su mensaje “la sociedad necesitaba de los mitos griegos para hacer catarsis y para encontrarse consigo mismo”, por ello no puede alejarse de la literatura. “Los poemas son siempre canciones” por lo cual la música no puede alejarse completamente de la lírica y el sonido, de la música instrumental o el canto. Mueve las emociones y de ellas depende el histrionismo del teatro.