Escuela y literatura: conversar para acercar

 

Texto por Anabell Posada Ramírez, promotora de lectura de la Fundación Círculo Abierto

¿Cómo concibe la escuela la experiencia de la lectura? ¿Hay libros en la escuela? ¿Cuáles?, ¿Pueden los estudiantes tener acceso a esos libros? ¿Son los maestros lectores? ¿Qué leemos en la escuela? ¿Propicia la escuela la conversación literaria, el compartir de saberes? En el salón de clase, ¿ocupa un lugar importante el diálogo luego de una lectura? ¿Lee e invita a la lectura el maestro de ciencias, el de matemáticas, el de educación física? 

Nos seguimos preguntando por la formación del lector literario en la escuela. Hacer esta reflexión supone a su vez pensar no solo el lugar que ocupa el libro en el escenario educativo, sino, además, y esto es fundamental en la formación de lectores, en la conversación como práctica viva y necesaria. 

En su libro La gran ocasión, Graciela Montes menciona que la escuela es ese lugar para que suceda la lectura. Afirma la autora que la escuela debería estar dispuesta a asumirse como la gran ocasión para realmente enseñar a leer: Escribe Graciela Montes: “Lo primero que puede hacer un maestro que quiere “enseñar a leer” es crear la ocasión, un tiempo y un espacio propicios, un estado de ánimo y también una especie de comunión de lectura. Los lectores no se encuentran con los textos en el vacío, sino –siempre– en situaciones históricas concretas, en determinado lugar y determinada hora del día, en determinado momento de su historia personal, en ciertas circunstancias, mediando ciertos vínculos…”.

En esa misma línea Cecilia Bajour en Oír entre líneas destaca la conversación literaria como elemento imprescindible en la escuela. Es apremiante generar escenarios para la lectura compartida, para la lectura en colectivo. Propiciar el diálogo y juntarse alrededor del texto, sumado a la presencia de una mediación que sitúa la escucha, entendida ésta como práctica pedagógica y cultural, es una de los caminos seguros en la formación de lectores. Según Cecilia Bajour: “Los mediadores que en experiencias de lectura compartida aprenden a oír entre líneas construyen puentes y confían en que las voces, los gestos y los silencios de los lectores, merecen ser escuchados”. Del mismo modo, Liliana Bodoc en su texto La palabra y la honra menciona un elemento esencial:“Respetar la voz que el niño trae y enseñarle a que la ame es el primer paso para luego acrecentarla, desplegarla, hacerla lucir. No es mancillando la palabra que lo hizo crecer como vamos a unirlo al caudal del lenguaje. Es, en cambio, celebrando ese puñadito de conceptos que trae en el fondo del bolsillo cómo podemos otorgarle voz, y que su voz sea un camino.” 

 

 

Cada lector o lectora trae su propia voz al encuentro con el libro. Cada lector o lectora trae su mirada, su contexto, sus emociones, su vida al encuentro con el texto. Y es justamente en la conversación, donde puede expresarse autónoma y libremente, donde busca sentidos y construye significados en la interacción con el otro, con la otra, en ese estar juntos para hablar del texto, para ser escuchado al hablar del libro, de su libro –que es hablar de su propia vida-

¿Cómo lograr entonces reconciliar escuela y lectura? Leer no es solo un placer, mencionan algunos expertos. Sin querer apuntar a la tan revaluada lectura de almohadón, y sin caer en la catastrófica lectura por obligación, ¿cómo podrían pensarse en la escuela las prácticas de lectura y escritura desde un enfoque distinto?¿Cómo instalar la lectura literaria al lado de la evaluación, de la nota, del examen, de los contenidos y tiempos propios de la dinámica escolar?

La urgente reconciliación de la literatura y la cotidianidad escolar abarca el compromiso y la voluntad de toda la institución educativa. Esfuerzos que vayan más allá de un plan lector del área de español, esfuerzos que involucren y comprometan todas las áreas y todos los grados. Esfuerzos, en últimas, sostenidos en el tiempo. Un maestro o maestra que ama los libros, fácilmente contagiará a sus estudiantes de la pasión por la lectura. La experiencia de la lectura entendida como placer, como derecho, como experiencia personal, individual, única, que se nutre y alimenta de lo colectivo. A propósito, menciona Ana María Machado lo siguiente: “No creo que nadie pueda enseñar a otra persona a leer literatura. Por el contrario, estoy convencida de que lo que una persona transmite a otra es la revelación de un secreto: el amor por la literatura. Es más un contagio que una enseñanza. El amor por la literatura no se enseña, se transmite. 

La escuela debe dar ocasión para que la lectura tenga lugar. Garantizar un espacio y un tiempo. Textos, mediaciones, condiciones, desafíos y compañía para que el lector se consolide como lector. Urgen prácticas cotidianas y permanentes como círculos de lectura, círculos de la palabra, clubes de lectura, tertulias literarias, conversatorios, foros, charlas, mesas redondas, talleres. La escucha en todas sus formas, la escucha y la conversación para leer mejor al otro, a la otra, para ponerme en su lugar, para oír entre líneas eso que le dijo el libro, eso que me dice a mí, la escucha para entender y conocer a la otra persona. 

Conversar para acercarnos al libro, al amor por la lectura, acercarnos al otro, a la otra, conversar para juntarnos, para compartir buena literatura que es, en últimas, compartir la vida misma.  

 

Entre libros

Entre Libros es el programa de acompañamiento a docentes de las Instituciones educativas distritales, desde la literatura, de la Secretaría de Educación del Distrito de Barranquilla (SED) y la Fundación Círculo Abierto (FCA).

El programa trabaja con niñas y niños de las IED de Barranquilla, elegidas bajo los criterios de la SED, en la experiencia de la lectura y la escritura, en una inmersión en la literatura compuesta por clubes de lectura especializados con artistas, acceso a una biblioteca digital de literatura infantil y juvenil, asistencia a foros de apreciación de literatura con personas expertas en literatura infantil y juvenil, tutorías semanales con niñas y niños y un PodCast semanal de literatura que se irradia por Vokaribe 89,6 FM en Barranquilla y se puede escuchar en las redes de la SED y el SoundCloud de Círculo Abierto.

Sobre la Fundación Círculo Abierto

La Fundación Círculo Abierto trabaja desde el año 2010 en el diseño y ejecución de proyectos relacionados con educación y cultura. Su confianza en el lenguaje de las artes para construir y comunicar conocimiento ha sido el eje común de las experiencias que desarrolla con artistas tradicionales, contemporáneos, locales, nacionales, internacionales y comunidades diversas del territorio colombiano.

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