Leer el mundo

Imagen cortesía de Sincerely Media

Texto por: Lina Zapata, promotora de lectura de la Fundación Círculo Abierto

Te invito a leer el mundo porque él necesita ser leído, conocido y valorado. Leer el silencio que contienen un sinnúmero de connotaciones, silencio que permite pensar, meditar e interiorizar. Leer el silencio que lleva dentro de sí una carga emocional, sentimientos, recuerdos, lagrimas contenidas y hasta un afán doliente por haber llegado al olvido.

Leer el silencio de una mirada en el horizonte llena de esperanzas y admiración que atraviesa y no tiene fin. Leer las palabras vocalizadas que traspasan la piel por hirientes o que suavizan la jornada por estar llenas de ternura y compasión. Leer la experiencia del otro que siente poseer la verdad y de aquel que sin ella esta ávido de tenerla.

Leer los gestos para saludar, acoger o para defenderse de alguien que amenaza y hasta de uno mismo. Leer en el cuerpo las manos, mostrando que nada está oculto, abiertas por honestidad y lealtad.  O, por el contrario, que se posee algo valioso, eterno, por un instante perdido en el tiempo.

Leer las posturas, encorvadas que se doblegan como para protegerse de un ataque, con un miedo tan grande que se siente en el ambiente. Posturas erguidas y altivas, muchas de ellas en un intento por demostrar dominio. Leer los sonidos, una pausa en la música sin ruido, las canciones de viejos trovadores,

Leer adentrado en la naturaleza, el sonido del león en la espesura, el más sutil sonido que se percibe en el alba. Aves que aletean rozando el viento con sus plumas, el agua que acaricia las piedras del riachuelo, la lluvia que besa las hojas de los árboles. Leer los sonidos cotidianos, en casa, el ruido de los platos y los cubiertos. La hoja que roza el vidrio de la ventana, el timbre que anuncia la llegada esperada.

«Leer con la piel el apego de los pelos del gato, un pie desnudo sobre el camino, las sabanas tibias que dejó el que se ha ido. Los dedos que amasan moldean y nutren»

Imagen cortesía de Євгенія Височина

Leer los olores del incienso ofrecido a la luz, sentir la fragancia del amor de las rosas y jazmín. El pebetero con aroma a esencia, el sudor del deber cumplido, el espray con alcohol que desinfecta la imprudencia. Leer con la piel el viento, el frío, la lluvia y el sol que penetran. Al igual que un beso una rápida caricia, una tela ligeramente húmeda, los tejidos de antaño que al tacto se deshacen, el punzón que hiere.

Leer con la piel el apego de los pelos del gato, un pie desnudo sobre el camino, las sabanas tibias que dejó el que se ha ido. Los dedos que amasan moldean y nutren. Leer con los ojos la belleza de lo extraño, la inexplicable ternura que a veces se escapa, el deseo que sin actos devora.

Leer con los ojos la luna que lanza rayos plateados, el cielo que se colora de múltiple azul. La sombra que deja el viajero en el camino, la profundidad del mar. Leer los sabores más dulces cuando se está enamorado, cuando surge de ti una nueva vida. Degustar una celestial bebida, la miel mientras se diluye en el paladar. El amargo café por la mañana, el anís ardiente que acompaña la reunión.

 

Leer el mundo

Michelle Petit en su libro de ensayos Leer el mundo: experiencias actuales de transmisión cultural nos pregunta ¿Por qué leer hoy? Y nos invita a privilegiar el juego, los intercambios poéticos, la curiosidad, el pensamiento.

Inspirados en esta investigadora diseñamos Leer el mundo, una estrategia de acompañamiento en literatura, desde un entorno remoto, a las maestras y maestros, niñas, niños y jóvenes, de la Secretaría de Educación del Departamento del Atlántico y la Fundación Círculo Abierto. Parte de la idea de que es posible, en tiempos de distanciamiento social, acompañar desde la literatura, acceder a la presencia, lograr que las palabras tengan cuerpo, reunirnos con la voz del otro, reconocer al otro en toda su alteridad.

Leer el mundo trabaja con cinco componentes principales:

1. Conversaciones semanales a través de plataformas asincrónicas para intercambiar experiencias y compartir lecturas, de las maestras y maestros con el equipo de promotoras de lectura de la fundación.

2. Biblioteca digital a disposición de las maestras y maestros para preparar su espacio de literatura. Sala de lectura digital disponible para las familias.

3. Foros mensuales con las maestras y maestros.

4. Clubes de lectura con las niñas y niños de las Instituciones Educativas Departamentales, a través de una plataforma sincrónica, y conducidos por artistas de la red de Círculo Abierto.

5. Espacio radial, estructurado como un encuentro desde la literatura, que se emite a través de las radios comunitarias aliadas a FUMCOPAT.

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