Mi lugar en el mundo

Imagen cortesía de Valentina Locatelli

 

Texto por: Maribel Morales, promotora de lectura de la Fundación Círculo Abierto

En un diálogo con maestras y maestros, algunos de manera espontánea compartieron cómo construyeron la casa de sus sueños. Rememorando el viejo patio de la infancia, o describiendo como el mejor momento del día iba acompañado de un café en el balcón de su cómodo y modesto apartamento. Alguien dijo que su lugar hoy es la añoranza de tener casa propia. Otra persona nos contó que vendió una “tierrita” para comprar un tour por Europa: “vendo tierra para comprar alas”. 

La obra que las inspira al diálogo es Mi casa, de Davide Cali. Un relato sobre cómo un hombre pasa varios años tratando de descubrir el lugar al cual pertenecía. ¿Alguna vez te ha pasado? El hombre identificaba insatisfacciones y activaba cambios en búsqueda de su lugar perfecto.

 

«Mi casa es todo. Es techo, es cielo, y suelo. La arena y el mar, paredes que van de árbol a árbol. Una tina, un brazo del río y la dirección: el viento»

 

Imagen cortesía de Jeniffer Araujo

 

Cuando alcanzaba a sentirse dichoso, nuevamente se aburría y quería  “moverse”. En ese punto descubrió que su lugar era el camino, el viaje, la construcción, la locomoción. Entonces regresó al punto de partida. Pero esta vez tenía la claridad de saber encontrarse a sí mismo, cuando buscaba encontrar tan solo un espacio. 

Luego entonces, concluimos que mi casa es todo. Es techo, es cielo, y suelo. La arena y el mar, paredes que van de árbol a árbol. Una tina, un brazo del río y la dirección: el viento. Dentro de este marco, el hogar es el que construyo con cemento y ladrillo, o con vaciados de concreto, o con bareque y roble. Pero también pueden ser las salas de espera de los aeropuertos, las fotos que atesoro de cada viaje. Las tertulias en sala de mis amigos, la visita al patio de la abuela, la casa rentada con hermosa vista. Mi lugar no depende de una ideología generalizada, depende de aquello que me genere bienestar, pertenencia y confort. 

Y para ti, ¿cómo es tú lugar? 

 

Leer el mundo

Michelle Petit en su libro de ensayos Leer el mundo: experiencias actuales de transmisión cultural nos pregunta ¿Por qué leer hoy? Y nos invita a privilegiar el juego, los intercambios poéticos, la curiosidad, el pensamiento.

Inspirados en esta investigadora diseñamos Leer el mundo, una estrategia de acompañamiento en literatura, desde un entorno remoto, a las maestras y maestros, niñas, niños y jóvenes, de la Secretaría de Educación del Departamento del Atlántico y la Fundación Círculo Abierto. Parte de la idea de que es posible, en tiempos de distanciamiento social, acompañar desde la literatura, acceder a la presencia, lograr que las palabras tengan cuerpo, reunirnos con la voz del otro, reconocer al otro en toda su alteridad.

Leer el mundo trabaja con cinco componentes principales:

1. Conversaciones semanales a través de plataformas asincrónicas para intercambiar experiencias y compartir lecturas, de las maestras y maestros con el equipo de promotoras de lectura de la fundación.

2. Biblioteca digital a disposición de las maestras y maestros para preparar su espacio de literatura. Sala de lectura digital disponible para las familias.

3. Foros mensuales con las maestras y maestros.

4. Clubes de lectura con las niñas y niños de las Instituciones Educativas Departamentales, a través de una plataforma sincrónica, y conducidos por artistas de la red de Círculo Abierto.

5. Espacio radial, estructurado como un encuentro desde la literatura, que se emite a través de las radios comunitarias aliadas a FUMCOPAT.

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