Poesía, la puerta que va directo al alma

Texto por Carmen Alvarado, promotora de lectura de la Fundación Círculo Abierto

Cuando intentamos entrar al mundo de la literatura, sea infantil, juvenil o de adultos y recorremos los estantes de las librerías y las bibliotecas, encontramos  un gigante antiguo que surge entre los relatos de Homero. Hablo de los cantos ancestrales de los hombres y de las abuelas que quisieron preservar la tradición en melodías que estremecen las fibras más íntimas de la historia. Estas palabras contaron historias de laúd  y romances, de amor, guerras y hasta del mismo Dios en esa voz imaginaria de Salomón: la poesía. 

A pesar de que, a veces, resulte poco entendible su discurso, hay una melodía, un sentimiento estético que nos atrapa en tantas de sus formas, porque ha recorrido el tiempo de forma camaleónica y nos toca, nos acaricia y se adentra en formas alejadas del papel y la voz impostada del poeta o el lector ronroneando versos.

Si me preguntaran, ¿por dónde seguir para entrar al laberinto de las palabras y quedar atrapado en ellas? Ante esta pregunta habitual, siempre señalo que el género está lleno de magia y fantasía, sensaciones y emociones propias del mundo que nos rodea. 

Pero muchas personas no discriminan la pluralidad que nos brinda este género en el público infantil y suelen encasillarlo exclusivamente en los Benedettis, Nerudas o Beckers, aunque la música, melodía y ritmo este inmerso en estos excelsos poetas. 

La poesía parte en la primera infancia de la tradición oral, de las nanas,  de las cantadoras. De las rimas y juegos que atravesaron el viejo continente y el corazón del África y fueron domando nuestra lengua. Esos que aún viven escondidos entre tambores y secretos ancestrales en las almohadas de nuestras abuelas. 

Muchos grandes antologadores han hecho bellos trabajos recuperando esa hermosa historia que por un breve momento se creyó perdida. Y es que nos vimos inmersos en las nuevas tecnologías y fuimos devorados por el progreso y los nuevos sonidos. Pero fue esta misma hambre de información la que nos llevó de vuelta a la oralitura, a la raíz de la poesía. Ahora hay un universo de posibilidades que nos permite recorrer los sonidos de las palabras, en canciones, historias o retahílas poseídas por la poesía.

 

 

Resulta sencillo pensar con  tantas afirmaciones que la batalla de la poesía está ganada, porque el presente de la poesía se ha tomado las nuevas generaciones, la inmediatez de los sentimientos. La facilidad de expresar y divulgar la palabra ha abierto la posibilidad del verso libre en una forma de sensibilización y de mostrar lo que somos. Las plataformas de divulgación han abierto una vitrina a una nueva generación hambrienta de todas las nuevas y viejas formas del ser. 

Pero no es así, aun la palabra poesía suena como un chirrido en los oídos, no solo de los jóvenes, también de los adultos. Sobre todo, de esas generaciones que nunca tuvieron una primera cita con los libros, mucho menos con el género lírico. Aun así, también es cierto que esta ha hecho parte irrefutable de su diario vivir. La poesía siempre nos ha acompañado en la música y el caribe supo cantarla y meterle tambores, guitarras y acordeones. Tenemos grandes poetas, que preferimos llamar compositores y nos cantaron la poesía durante años, parafraseando a los grandes poetas como Neruda. 

Debemos primero revelar esta verdad, quitarle esa máscara de viajero de paso y desconocido, de kraken hundiendo los deseos de leer y saltar de las melodías que nos acompañan en los buses. Mientras bailamos y lloramos, sabemos también encontrar en los versos al capitán de Neruda, a las hojas de hierba de Whitman, o al romancero gitano de Lorca.

Es por eso que cuando empezamos en el mundo de la literatura, lo más fácil es entrar por la puerta que va directo al alma, la poesía, aunque creamos que está en otro lado.

 

Entre libros

Entre Libros es el programa de acompañamiento a docentes de las Instituciones educativas distritales, desde la literatura, de la Secretaría de Educación del Distrito de Barranquilla (SED) y la Fundación Círculo Abierto (FCA).

El programa trabaja con niñas y niños de las IED de Barranquilla, elegidas bajo los criterios de la SED, en la experiencia de la lectura y la escritura, en una inmersión en la literatura compuesta por clubes de lectura especializados con artistas, acceso a una biblioteca digital de literatura infantil y juvenil, asistencia a foros de apreciación de literatura con personas expertas en literatura infantil y juvenil, tutorías semanales con niñas y niños y un PodCast semanal de literatura que se irradia por Vokaribe 89,6 FM en Barranquilla y se puede escuchar en las redes de la SED y el SoundCloud de Círculo Abierto.

Sobre la Fundación Círculo Abierto

La Fundación Círculo Abierto trabaja desde el año 2010 en el diseño y ejecución de proyectos relacionados con educación y cultura. Su confianza en el lenguaje de las artes para construir y comunicar conocimiento ha sido el eje común de las experiencias que desarrolla con artistas tradicionales, contemporáneos, locales, nacionales, internacionales y comunidades diversas del territorio colombiano.

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