Poética marina

 

Texto por Anabell Posada, promotora de lectura de la Fundación Círculo Abierto

Evocaciones oceánicas. Mar de voces. Río de recuerdos. Resonancias acuáticas. A Eliany su abuela le contó que un hombre estaba cavando la tierra en el río y la tierra se lo tragó y que en el río había sirenas. Luis Eduardo dice que su abuelo le contaba el cuento de un ratón y una araña, pero que él lo cuenta distinto, cambiando araña por rana, (se me acerca y me susurra al oído: “seño porque no me gustan las arañas, me dan miedo”). Joiner dice que su papá es pescador, María que su abuela tiene caracolas, enseguida varios comentan que grandes caracolas sujetan las puertas de sus casas. 

“Mi abuelo me cuenta cuentos cuando se va la luz, me cuenta que cuando yo era más pequeña casi me ahogo en una piscina”. Otra voz comenta: “yo tengo un tío salvavidas”, salta una voz inquieta: “mi abuelo maneja un barco” … risas. Todos dicen que es mentira, que él no tiene un abuelo con un barco. Les gusta entrar en el juego, fabular con el mar, con la idea de un abuelo capitán de barco, soñar un abuelo marinero. Son risas cómplices, risas juguetonas, también río, soy ola de mar que se deja llevar y navega en las voces de los niños y niñas.

Voces como peces, ideas como delfines saltando. Caracolas que susurran secretos escondidos en la infancia. Pensamos en nuestras historias interiores, entramos en los libros acompañados de toda la riqueza oral y los textos previos que nos acompañan. “Mi abuela no me cuenta cuentos”, “mi abuelo me daba plata para que me durmiera”, risas, “mi abuelo me leía cuentos de la biblia”, “mi abuela me leía el cuento del hada de los dientes”, “a mí de caperucita y de los tres cerditos.” 

Luego, la lectura en voz alta, el momento mágico, el silencio. Menciono algo sobre la ficción, el fabular, la imaginación del mundo literario, los libros, el leer… dice una voz: “eso quiere decir que es mentira…”

“Es ilusión”, otra voz. “Es ciencia ficción”, otra voz. “Es ciencia”, otra voz. ¡Diagrama!, otra voz que se lanza atrevida y fuerte generando una risa colectiva. La misma voz dice en medio de carcajadas: “eso es de matemáticas seño”, más carcajadas. Carcajadas como cascada. Esa voz quería utilizar esa palabra: ¡Diagrama! esa palabra le sonó a ficción; pensó, recordó. Situar la palabra, hacerla para él, hacerla suya, reírse de la palabra, bromear con ella, traerla a su realidad.  

Retornamos al libro, a los libros leídos. Caracolas, ballenas, viajes. “Seño, ¿los peces flotan o nadan?” Otra voz que vuelve al libro y a la imagen de los peces en las hojas. Otra voz: “flotan cuando están muertos”. Seño, ¿y en el espacio los peces también flotan? Nos preguntamos qué puede llevar una ballena en su barriga. Algunas cosas posibles: planetas/Personas/Edificios/Sillas/ Pulpos/Una escuela…

 

 

Pregunta una voz curiosa y muy segura: “¿No le dará dolor de estómago? porque si se come la escuela eso es de puro peñón, materiales y hierro.” “¿Seño una ballena puede viajar en avión?” Le responde otra voz: “¡Se cae el avión!” risa colectiva. 

Risas, y más risas, silencios y risas, jugar y soñar, así entramos al libro y de ahí nunca salimos porque el libro se queda dentro de nosotros para siempre, como mares de historias que nos recorren por dentro. 

Muchas y maravillosas voces que dicen cosas que quiero retener, que quiero registrar en mi bitácora. Quiero llevarme esas palabras, esas ideas, volver a sonreír, con cada ocurrencia, con tanta fantasía, sabiduría e imaginación. 

Todos estamos hechos de historias y la literatura ayuda a juntar esos pedazos, a redescubrirlos, a darles forma. Un buen libro nos conecta a algo que teníamos ya dentro de nosotros. A veces no hay libros en casa, pero hay abuelas y abuelos contadores de historias, bibliotecas humanas, libros vivos. La oralidad que transita y se mueve en los diálogos cotidianos, a la hora de comer, de dormir, en el patio, en la terraza. 

Evocaciones oceánicas. Mar de voces. Río de recuerdos. Resonancias acuáticas. Hemos explorado, entre otros libros, Cómo meter una ballena en una maleta, El vuelo de las jorobadas, El canto de las ballenas. Indagamos éstas lecturas y nos leemos a nosotros mismos al explorar la poética marina. Nos hemos lanzado a las profundidades literarias en un submarino llamado Entre libros y con él, buscamos el tesoro, ese gran tesoro ilimitado y bondadoso que entregan los libros y el placer de leer en colectivo. 

 

Entre libros

Entre Libros es el programa de acompañamiento a docentes de las Instituciones educativas distritales, desde la literatura, de la Secretaría de Educación del Distrito de Barranquilla (SED) y la Fundación Círculo Abierto (FCA).

El programa trabaja con niñas y niños de las IED de Barranquilla, elegidas bajo los criterios de la SED, en la experiencia de la lectura y la escritura, en una inmersión en la literatura compuesta por clubes de lectura especializados con artistas, acceso a una biblioteca digital de literatura infantil y juvenil, asistencia a foros de apreciación de literatura con personas expertas en literatura infantil y juvenil, tutorías semanales con niñas y niños y un PodCast semanal de literatura que se irradia por Vokaribe 89,6 FM en Barranquilla y se puede escuchar en las redes de la SED y el SoundCloud de Círculo Abierto.

Sobre la Fundación Círculo Abierto

La Fundación Círculo Abierto trabaja desde el año 2010 en el diseño y ejecución de proyectos relacionados con educación y cultura. Su confianza en el lenguaje de las artes para construir y comunicar conocimiento ha sido el eje común de las experiencias que desarrolla con artistas tradicionales, contemporáneos, locales, nacionales, internacionales y comunidades diversas del territorio colombiano.

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