“En términos institucionales falta mucho, pero más que un pliego de peticiones, es la profesionalización de todos en la cadena, en referencia al comic. Sobre todo, entendiendo el valor de lo que significa crear y generar espacios suficientemente amplios y maduros emocionalmente, para que se mantenga incluyente”, afirma Pablo.

El reto está dentro de la estructura, en poder generar emociones en el lector. Esas emociones que se generan al encontrar algo novedoso, aunque reflejo de lo propio. 

“Me emociona la posibilidad de hacer algo que no se ha hecho antes. ¿Qué tenemos desde Latinoamérica para ofrecer, que no se haya visto antes?”, pregunta Gusanillo.

 Pablo menciona que lo que le preocupa es que nos une la dificultad y que cuando eso no exista tal vez no habrá nada que contar y se pueda perder la identidad que nos representa.

En Colombia no hay una industria establecida, ni un público que los está esperando. Esto permite que cada autor parta de lo que lo mueve y no necesariamente de lo que demanda el público. Son los pros y los contras, “si bien hablamos de la estructura, es descubrir en el camino hasta dónde podemos surgir. Que la experiencia lo traspase a uno y salga transformada en otra cosa”, dice Gusanillo.

La creación literaria se concibe como un ejercicio de contrarepresentación. Va más allá de la clonación de lo ya existente. Toma lo que heredamos de ese tipo de dibujos, pero partiendo de la narración de lo que somos, mucho más cercanas, justas y tipificantes.

“La idea es que cada proyecto lo invite a uno a aprender nuevas cosas, ir a lugares y observar cosas que no nos hemos detenido a observar antes”, comenta Gusanillo.  Y es que pensar el comic desde la periferia – en el caso de Gusanillo en Soacha- es mirar la historia desde la observación descentralizada, con el deseo de presentarse de una manera diferente de lo que está en el imaginario de la gente.” Con un lápiz tienes el control del mundo, de la imagen y del discurso” podemos ser lo que queramos desde la construcción.

“Dibujar es pensar y pensar implica un proceso de observación, salirse de los lugares comunes”.