Texto por Angelina Simarra, promotora de lectura de la Fundación Círculo Abierto

El encuentro con el otro nos invita a cuestionarnos sobre lo que somos y cuan diferente somos. La otredad. Con este tema inicié mi acompañamiento a los estudiantes de cuatro Instituciones Educativas participantes en el programa Entre Libros 2022.

Trataremos de llevar a las aulas lecturas que nos permitan navegar en el mágico mundo de las diferencias e indagar como esta temática es abordada por la literatura infantil y juvenil. 

Mirarnos con ojos de otro, aceptarnos como ese otro que hace parte de un todo y que desde su particularidad aporta a la fantástica construcción de la diversidad.

Iniciamos el recorrido en el IED Paulino Salgado Batata, con el texto Eloísa y los bichos de Jairo Buitrago y Rafael Yockteng. Eloísa, la protagonista de la historia, nos cuenta su llegada a la ciudad, el mundo extraordinario que encontró y las situaciones que vivió para adaptarse entre tanto “bicho raro”.   

Este texto permitió que estudiantes del vecino país de Venezuela nos contaran cómo se sintieron al llegar a Colombia, las personas y los momentos que dejaron atrás. Niños y niñas aprovecharon nuestra lectura para hablar del volver a la escuela, lo tanto que extrañaron a sus amigos, profes y del disfrute de compartir con sus compañeros de clases.

Acompañé la lectura de Eloísa y los bichos con la actividad “Soy un bicho raro porque…”. Se trató de un divertido momento en el que invité a los y las estudiantes a contarnos qué los hace particularmente raros, qué les gusta o les disgusta. Podría ser el deporte, la comida, juegos, todo lo que ellos sienten que los hace únicos y únicas. Nos encontramos con personajes sorprendentes. Niños y niñas con pasiones y gustos realmente particulares, desde combinaciones culinarias de chocolate y pastas. Descubrimos a “Ducgary piano”, un niño amante de la música champeta que tiene la habilidad de improvisar sonidos de percusión y mezclarlo con canciones. Ese día utilizó su pupitre para demostrarlo. 

En medio de la actividad, entre carcajadas y ¡guacala!… nos permitieron recoger las impresiones que tenemos los seres humanos al encontrarnos con nuestro “bicho raro” y cómo éste puede habitar entre la “gente normal”.